Hace algunas semanas, después de un rato largo, volví a ese boliche. No estuvo mal, pero antes era mejor, había unas flaquitas calentonazas. La última vez, en cambio, me atendió una cabra que, sin estar mal, fue como regular. PEro eso sí, me perrearon. ¿Se lavó los dientes ese día? ¿Se cambió de calzoncillos? ¿Se peinó? ¿Andaría la flaca indispuesta? ¿Sería lela?
Nunca lo sabremos.
Saludos!
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