Puta cabros, no sé si será la edad, tal vez el frío... O solo se tratará de una etapa en mi vida.

La cosa es que estoy aburrido de cafetear. La música fuerte, la oscuridad, el brebaje... Les juro que he tratado de reencantarme, pero no.. Ya no es lo mío.

Debo reconocer eso sí, que hay lugares que voy a seguir frecuentando, pero básicamente porque: o el café es muuuuuuuy bueno, o porque alguna que otra cafetina superó mis expectativas emocionales y ya forma parte de mis amistades.

Pero ninguna de las dos razones es en sí, un motivo digno para un cafetero de tomo y lomo.

Como será que hasta estoy reportando cafecitos limpiecitos, localcitos que antes no tenían ningún interés para mí, excepto que pa hacer la previa.