CTM...
Me dan ganas de ser auténtico algunas veces, pero NO... No cederé a ese ridículo impulso.
Lo raro es que, respondiendo al ejemplo puntual, la ley carece de medios realmente prácticos para obligar a los padres a cumplir con sus responsabilidades monetarias... Llamémoslo el costo de ser padres.
Ahora bien, dos veces me alejé de personas fantásticas por mi orgullo absurdo... Jamás pude reparar lo que rompí. Aprendí la lección y ahora agacho el moño, y además hago borrón y cuenta nueva para los que me demuestran orgullo... Aunque no he superado lo de la soberbia.





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