Ocurre también que en este tema prima mucho la corrección polÃÂ*tica en las opiniones.

Hoy es polÃÂ*ticamente correcto glorificar y en cierto modo idealizar y divinizar a las minorÃÂ*as sexuales y abstenerse de emitir opiniones crÃÂ*ticas hacia ellas, léase en términos estéticos, humanos, polÃÂ*ticos...etc

AsÃÂ* cualquier juicio desfavorable hacia ellos, de inmediato hace que al emisor se le moteje o se le haga parecer como talibán, intolerante o retrógrado, en circunstancias que no es necesariamente asÃÂ*. Las personas de minorÃÂ*as de sexuales son tan humanos como cualquiera y tienen las grandezas y miserias de todos los seres humanos y están expuestas a la crÃÂ*tica como cualquiera de nosotros.

Esta corrección polÃÂ*tica generalizada, creo yo, es lo que alienta esa antipatÃÂ*a, insufrible arrogancia y complejo de superioridad moral e intelectual que padecen en este caso las lesbianas y gays que me ha tocado conocer, mas esa cansadora y latera amargura que caracteriza su parada por la vida y su discurso...esa absurda manÃÂ*a de catalogar como tontos o poco inteligentes a las personas heterosexuales que andan felices por la vida y lo demuestran, tanto en su manera de comportarse, de vestirse, de hablar---etc.