Efectivamente en mis años de juventud, tuve la oportunidad de hacerlo. Y la verdad, hice el loco. Pese a que mis hormonas me mantuvieron firme al pie del cañon.
No sabÃÂ*a que hacer, me faltaban manos, bocas, y otras cosas.
Creo que para maejarse bien en esas lÃÂ*des hay que ser relmente un artista... o mejor dicho malabarista.
Por mi parte creo que es como los chocolates. Se disfrutan mejor de a uno. Al menos para mÃÂ*.