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Principe
- Poder de reputación
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Hace muchos años, cuando era independiente con mi socio contratamos una secretaria, pa´ que les cuento, rubia, ojos azules y un cuerpo de infarto. Estabamos con mi socito quien se la engrupe primero y llega un cliente, viejo pero con más historias que rin tin tin, entra a mi oficina y lo primero que me dice "donde labores, no enamores", ahí me contó una historia de una institución armada, en que 2 generales se querían comer a la misma secretaria, cuento corto uno pesaba más que el otro, el con menos poder, le costó la pega. En esa oportunidad le hice caso al viejo, pero como tengo amnesia o tontera consuetudinaria, cuando entré a trabajar a una institución se me olvidó, cuento corto me metí con mi asistente, vinculé sentimientos, al principio andaba como cabro de 15 años, pero después todo mal, al final lo nuestro era inviable, así que terminamos en buena y somos ahora buenos amigos, pero debo confesar que lo pasé mal un tiempo y ella también.
slds
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