Borges decÃÂ*a que la mejor venganza es el olvido y lo decÃÂ*a porque incluÃÂ*a en forma tácita el perdón.
Ahora, si la venganza es la que mueve el ánimo, aunque sea por un tiempo corto, y si una vez perpetrada (se haya buscado o no) ésta no sabe tan dulce, es simplemente porque las heridas ya cicatrizaron.
Por eso, para que la venganza sea efectiva y dulce, no sólo hay que servirla bien frÃÂ*a y lentamente, sino que también hay que preocuparse de mantener las heridas bien abiertas.
¿algun@ de ustedes esta dispuest@?
Yo, al menos, paso. Olvido, a veces la vida se va en un par de segundos.