lo mas rico para mi, es cuando con la complicidad propia de quien entrega su cuerpo sin condición alguna, mis manos se deslizan suavemente por el cuerpo de ella...y poco a poco, mediante un masaje, acaricio cada rincón de aquel templo femenino, que no tiene edad ni tampoco arquetipo de forma...solo és, és para el placer de una caricia buscando la unión de dos mundos, fusionados en uno....