Acá lo importante es el grado de empatía que cada chileno pueda generar.
Cuándo vemos este tipo de noticias, también sufrimos en carne propia la experiencia del abusado.

Esa empatía, para mí es el único criterio para determinar lo reprochable de un acto. Si la mina se defiende y se "pitea" al golpeador, se va en cana. Si la mina defiende al tarado que la agredió, problema de ella y quizás es tan católica que pone la otra mejilla... Pero... ¿Porqué chucha yo tengo que aceptar esa violencia mediática... Porqué yo también tengo que recibir parte de esos golpes?... ¿Porqué ya no me siento tranquilo andando en bicicleta?... Bueno, fácil, porque la justicia no funciona como queremos... No la encontramos justa.