Chuta don trini….no creo que sea posible encontrar rastro de un hombre que fue cruelmente asecinado y llevado materialmente al cielo frente a testigos que relataron por escrito los echos….pero referente a descubrimientos arqueologicos del paso de este especial ser humano por la tierra, deje darle una pequeña reseña….

En el evangelio de Mateo (versículo 28:2) se dice que un ángel descendió del cielo hasta la tumba de Jesús, "hizo rodar la piedra y se sentó sobre ella". En Jerusalén se han descubierto muchas tumbas del tiempo de Jesús, y algunas todavía tienen estas piedras rodantes en la entrada. Una de ellas fue construida para el entierro de la reina Elena de Adiabene al norte de la Puerta de Damasco y todavía tiene la piedra en su lugar. Otra roca mejor preservada aún yace junto a la entrada de la tumba familiar de Herodes el Grande, al sur del Hotel Rey David. En años recientes, se han encontrado y estudiado más de 60 tumbas con piedras rodantes en Israel y Jordanía.

En noviembre de 1990, se descubrió en Jerusalén una tumba con un osario donde se había labrado el nombre de Caifás. La cueva murtuoria está ubicada en el Bosque de la Paz, al sur del Valle de la Gehenna, cerca de la Casa de Gobierno donde se encontraban las actuales oficinas de las Naciones Unidas. El sumo sacerdote ante quien Jesús fue llevado antes de su muerte se llamaba Caifás (ver Mateo 26:3,57; Lucas 3:2; Juan 11:49; 18:13,14,24,28). Más tarde, tanto Simón Pedro como Juan estuvieron ante él en Jerusalén (Hechos 4:6). Los arqueólogos han identificado el sitio como la tumba de la familia de Caifás.

Ya'akov bar Yosef akhui di Yeshua".
Unas palabras en arameo en el interior de un osario de caliza, es la primera referencia arqueológica sobre la vida de Jesús de Nazaret.
"Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús".
Eso dice la inscripción analizada por el filólogo francés André Lemaire, de la Universidad de la Sorbona, en una urna fúnebre que según los expertos data del año 63 después de Cristo.

El nacimiento de Jesús y la estrella de belen
EE.UU..- En ocasiones algunos escépticos han usado la mención de los Magos de Oriente para mofarse de la Biblia y el recuento bíblico del nacimiento de Jesús alegando que los Magos no existieron y que sólo fueron fruto de la imaginación vívida de los escritores de los libros bíblicos en los que se mencionan. Pero... Los Magos de Oriente no son personajes creados por siglos de tradición cristiana. Su existencia, además de quedar bien testimoniada en el Evangelio, ahora es documentada por los descubrimientos arqueológicos.

Esta curiosa y extraordinaria revelación se encuentra contenida en una tablilla, en la que se han acuñado caracteres cuneiformes. Se trata de un auténtico documento astronómico y astrológico (entonces las dos disciplinas eran hermanas gemelas) que revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 antes de Cristo.

Los Evangelios enmarcan el nacimiento de Jesús en tiempos del censo del imperio ordenado por César Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria, y en los últimos años del rey Herodes, quien falleció el mes de marzo del año 4 a.C. Para los historiadores, Jesús nació unos siete años antes del año «0». El evangelista Mateo (2, 2) pone en relación el evento de Belén con la aparición de una estrella particularmente luminosa en el cielo de Palestina. Y es precisamente en este momento en el que la tablilla de arcilla ofrece un testimonio particular.

Existen muchas hipótesis sobre la estrella que vieron los magos ("magoi" en griego era la palabra con que se denominaba a la casta de sacerdotes persas y babilonios que se dedicaban al estudio de la astronomía y de la astrología) y que les llevó a afrontar un viaje de unos mil kilómetros con el objetivo de rendir homenaje a un recién nacido.

El 17 de diciembre de 1603, Johannes Kepler, astrónomo y matemático de la corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo, al observar con un modesto telescopio desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno. Hizo concienzudos cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C. Recordó también que el famoso rabino y escritor Isaac Abravanel (1437-1508) había hablado de un influjo extraordinario atribuido por los astrólogos hebreos a aquel fenómeno: el Mesías tenía que aparecer durante una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. Kepler habló en sus libros de su descubrimiento, pero la hipótesis cayó en el olvido perdida entre su inmenso legado astronómico.

Faltaba una demostración científica clara. Llegó en 1925, cuando el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias de escritura cuneiforme acuñadas en una tabla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, en la escuela de astrología de Sippar, antigua ciudad que se encontraba en la confluencia del Tigris y el Éufrates, a unos cien kilómetros al norte de Babilonia. La tablilla se encuentra ahora en el Museo estatal de Berlín.

Entre los numerosos datos de observación astronómica sobre los dos planetas, Schnabel encuentra en la tabla un dato sorprendente: la conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis tiene lugar en el año 7 a.C., en tres ocasiones, durante pocos meses: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Además, según los cálculos matemáticos, esta triple conjunción se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo.
La Biblia es una colección de documentos de muchos tipos diferentes escritos dentro de un período de alrededor de 1,500 años. Empezando con la composición de los primeros cinco libros (el Pentateuco) por parte de Moisés, el total de 66 documentos fue completado hacia fines del siglo I de nuestra era. Se escribieron en hebreo y griego en varios escenarios geográficos y diferentes períodos históricos. Los descubrimientos arqueológicos relacionados con estos escenarios y períodos han aclarado el contexto cultural de muchos de los sucesos registrados, aumentando la credibilidad de la Biblia en relación con el Antiguo y el Nuevo Testamento. Por ejemplo, muchos sucesos registrados en los últimos 100 años de este período de historia bíblica, durante los cuales se escribieron los documentos del Nuevo Testamento, han sido iluminados por importantes descubrimientos arqueológicos. Modificado claro esta, a conveniencia de cada religión o interés político.


Disculpe don trini un poco larga esta pincelada de textos, no agregue mas datos para no reventar la pagina……saludos.