"Oh..has gestado mi calma...
aquella que iniciaste tú,
con el flechazo en mi alma,
de esa magna exactitud.
Los días felices y luminosos,
de la mano de ella pasaban...
sin pensar que aquel gozo,
sería tormenta agrabada...
y un cuchillo mi corazón caló,
un día me dejaste sólo...
mi amada buscó otro favor,
dejándome en la cima del desconsuelo...

quién inició mi desespero...
quien me tocó para el amor,
fue ese querubín de alas blancas,
de flechas y enamorados su labor...

quisiera que ignores mi casa,
y si vienes que pases a otra parte...
si te acercas de doy tú patá en la raja,
y te saco la conchetumare...