Ya iba a contestar que dejen de suponer altas o bajas razones morales o emocionales para el por qué del puteo, cuando leí los posts de Forevergay y la Mala. Y claro, si usted le pregunta a un putero circunstancial, ese tipo va a vaciar los coquitos no más. Yo a veces he ido a putas (o masajes, o privaos de cafeses, etc), pero muuuy a lo lejos, entonces la verdad es que en esos casos, habitualmente, las razones han sido las siguientes:
1. En ese preciso momento ando caliente y con plata. Si además ando a medio filo (no entero curao porque la perjormans me baja), pior.
2. No tengo ningún problema ni falta de cariño ni de autoestima ni nada, pero tengo ganas de culiar y no con la misma. No he hecho encuestas, pero diría que la mayor causa de infidelidad y/o puteo es simplemente que, aunque tengas creme brulé en la casa, a veces te dan ganas de comer otra cosa, aunque sea jalea.
Si alguien lo hace buscando una inyección de autoestima, no lo juzgo, porque cuando se anda de malas y deprimido, vale usar cualquier remedio que a tí te sirva. A mí personalmente no me sirve, básicamente porque creo que cualquiera que mire la realidad sin venda ni anteojeras no puede sentirse amado si a cambio tuvo que dar cuarenta lucas. Incluso aunque de verdad haya "feeling" y hasta cariño con la dama en cuestión, incluso si honestamente la flaca te encontró rico, si le pago no me las puedo dar de latin lover.
Ahora, entre los "habituales", a los que lo hacen porque no tienen pareja ni prospecto de una y de verdad no tienen por donde salvo por plata, puta, tampoco los culpo. Yo he tenido períodos de soledad largos (soy más o menos bien hechito pero no soy entrador y en mi época de soltería habitualmente me agarraban de amigo, soy muy simpático y buen chato parece), y aunque no caí en irme de putas (además era estudiante, o sea pobre) puedo comprender a quién cae en eso, no sólo por sexo (que también es una buena razón), si no porque diablos, todo el mundo necesita un cariño a veces. Y si yo fuera putero por soledad, bueno, probablemente también me inventaría que la mina me comprende, que me cobra porque es su pega pero que igual le gusto, etc. Quién no.
Finalmente están los que de tan habituales se enamoran... pobres cabros esos.
Saludos!
Marcadores