El prejuicio, es una herramienta de la discriminación.
La discriminación no es mala. Por el contrario, es necesaria para sobrevivir puesto que permite elegir; por ejemplo, si te comes el queso que está fresco y no el que está con moscas.
A la inversa, pensar que un profesional joven es un ignorante, por opinar la mala percepción que tiene de otra persona, es de hecho un prejuicio.
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