Don Chondo

Por alguna extraña razón, aquel cliente antiguo nunca me invitaba. Es más, una vez que inusitadamente estaba solo tomándose un ron, me acerqué a saludarlo y preguntar si necesitaba compañía. Aun recuerdo esa mirada del tipo “aléjate perra”, para que nunca mas me atreviera a acercarme a él, estuviera solo o no. En todo caso, eso nunca ocurría. Muchas veces estaba con la Colorina, la Rusa o ambas, Si hasta las sacaba del local, pagando la fortuna que eso implicaba. Recuerdo también que su favorita era la Argentina. Mítica es la vez en que este caballero prepotente, de unos 50 años, bajito y pelado se había llevado a las tres chicas, pagando todo al contado y dejando el odio y puteadas de los demás clientes.

El Willy me contó la historia. Dicen que este viejo era un gerente de Codelco y que se gastaba una guasca fabulosa y potente, de 30 cms casi, mejor que el Mafla y el Fabricio juntos. En el norte acostumbraba a desayunar sagradamente mariscos todos los días, lo cual era el arma secreta de su potencia sexual. Dicen que podía durar horas, dejando a las chicas tan mal que muchas veces tenían que pedir descanso para reponerse, siendo un adicto al greco, mas encima, o sea vicioso de meterla por el chiquitín. Haciendo memoria recordé que justo una vez la Jade faltó al otro día de haber atendido al viejo… !!Pobre culito el de la argentina¡¡ Don Chondo lo llamaban. El taladro era su otro apodo. Esa onda.

Aquella vez Don Chondo esta super curado. Justo habían faltado las antiguas y el viejo llama a la Kiara y a mí. ¡¡Que miedo!! Es cierto que al final una decide si irse con el cliente o no, pero todas sabíamos que ciertos montos eran difíciles de rechazar. El viejo empezó el regateo con 300 lucas. Uff, imposible decirle que no. Pero la Kiara también había escuchado de los gustos del viejo y sus cualidades, asi que dijo que 300 por ambas era muy poco. JAJAJAJAJA, río Don Chondo, son 300 para cada una. Era la primera vez que nos iban a pagar tanto por un dual. Que nos dijeron, así que nos vestimos para irnos con el viejo quizás a que motel, no sin olvidar el frasquito de vaselina que recientemente me había comprado… Glup.

Don Chondo reía y contaba puros chistes cochinos y viejos del tipo Miss Tetas, mientras seguía tomando, a esa altura al seco casi. En eso llegamos a un motel, bastante lujoso, para alguien que se la había mamado a un cliente hasta en la plaza de la esquina, recordé (si no tener plata es un pecado, soy culpable). El viejo paga la habitación por tres horas. Mama mía, esto se ponía color de hormiga. Si la Kiarita se persinó antes de entrar a la habitación. Yo le acaricio el pecho al viejo y le doy unos besitos, pero Don Chondo dice que nos empelotemos rapidito y nos pongamos en cuatro, a lo Pablo Escobar. !!Chucha¡¡Ambas obedecemos calladas y nerviosas, prestas a ser taladradas por este viejo caballístico. Nos aplicamos apuraditas la cremita y posamos la cabeza en la almohada. En eso la Kiarita, quien ya mordía la almohada se acuerda de la protección. Como tan poco profesionales. En eso se da vuelta y no puede creer lo que ve.