El punto es enseñar y educar a los niños a confiar y en quien.

La amabilidad, como la cortesia no implica darle saludos de beso a todas las personas o tratarlas de tíos.

Enseñar a saludar, conversar, mirar, observar, compartir con otros,establecer lazos es importante y eso implica tener conciencia de respetar al otro y pedir ser respetado.

Además de mantener un dialogo entre padres e hijos con confianza ayuda bastante.
Ser padres presentes, en la medida de lo posible, en el quehacer de sus hijos... mejor aún.