Uno de las pocas que tenemos es precisamente la opción de elegir, siempre esta, en ocasiones las alternativas no son las que uno quisiera, sin embargo, uno puede elegir seguir, o detenerse, abandonar o quedarse, amar o no, vivir feliz o tratando de encontrar cierta paz interior y exterior o no.

El precio de cada elección es el asumir lo que viene consigo, ya sea bueno o no.

En fin, estimado, a pesar de no conocerlo directamente y haber leido algunos comentarios suyos... espero que sus determinaciones y elecciones le traigan aquella tranquilidad y paz interior, en lugar del "vacio" que señala tener...

Animo en esta empresa....

Saludos,
Solitario.