Por tu ironía, comprendo tu incredulidad.
Pero las cosas nunca son tan simples ni tan complejas.
El Odio, así como el enamoramiento, la furia, la deshinibición... Son sentimientos nativos e inmaduros que se pueden controlar mediante el aprendizaje... Así como un crítico de arte se especializa en el goce estético, el ser humano puede aprender a no odiar, reemplazando aquel sentimiento destructivo, por conductas optimistas.
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