No lo pude evitar... reincidí con Martina el martes... imposible resistirse.

Mi oficina se ubica en un sector rodeado de universidades... y todos los días, el desfile de chicas en shortcitos y minifaldas, camino a clases o exámenes, es para volverse loco. Justo el martes, hablé con Martina, conversando como 2 viejos amigos. En medio de la conversación, se me ocurrió la idea de pedirle que me esperase con una pequeñísima mini. Entre risas, ella accedió y me dijo que estaría esperándome a la tarde en el depto.
Salí de la oficina, y llegué a su depto al atardecer. Me estaba esperando con una cortísima mini de mezclilla y un pequeño petito ajustado. Eso, mas su melena negra y sus largas piernas, fue suficiente para dejarme on fire. Tras la ducha de rigor, nos encerramos en la habitación... y como tenemos una rica química entre los 2, todo anduvo como si fuésemos 2 pololos cachondos. Que manera de culear rico con Martina... dejamos la cama y el sillón para la historia, y terminamos totalmente sudados y exhaustos. Ni siquiera nos preocupamos del tiempo transcurrido, y cerramos la tarde con una exquisita ducha compartida. Me encanta esta morena. Creo que reincidiré muchas veces mas con ella.