Estimados cofrades:

Más que aportar con alguna manifestación de este grupo de nuestra sociedad, quisiera destacar un detalle fonético que he notado en mis frecuentes trayectos en el TransanLagos hacia sectores periféricos y en mis periplos por el centro de Santiago en algún festivo.

Se trata del uso, más bien del mal uso, del sonido de la letra "S" que, siendo en el castellano un sonido suavemente silvante, estas personal lo han ido deformando a casi ser una "J" atenuada.

Sin duda, desde el punto de vista de la articulación del sonido, se nota una cierta pereza de la lengua ya que el sonido normal exige levantarla hacia la parte posterior de los dientes superiores, sin embargo, este grupo social tiende a dejarla "descansando" en la base de la boca.

Seguramente el sonido natural les incomoda o, sencillamente la deformación les permite identificarse entre iguales. No me imagino a un flaite diciendo "¡ ... qué te paSa ...!". Lógicamente sería motivo de burla o de discriminación de sus pares que saben que se dice "¡ ... qué te pa.a ...!"