La Pildora Del Dia Despues
Anoche -tras largas horas de meditación- vuestro servidor hizo contacto con Hades, Odín, Baco, Marte, y todos los dioses rudos y gozadores. Después de pasar la prueba de la Hombría (tuve que tirarme a 72 vírgenes sin descanso) estas deidades decidieron revelar a través mío la Suprema y Brutal verdad sobre la Píldora del día después.
Los puntos que los dioses han querido revelar a todos los cavernícolas, mocheros de puerto, bebedores de alcohol de botiquín y folladores de todo lo que camina o se arrastra, fueron cuatro:
1) Matar es bueno. Pero si la mujer quiere matar a su hijo deberá hacerlo cuando éste mida por lo menos 3/4 de la estatura de la madre y sepa ocupar un sable láser.
2) La mujer NO tiene derecho a "planificar" su descendencia. Faltaba más, las frescas de raja. Si para parir las hicieron los dioses, no para ir a la peluquería y quedarse en el sillón viendo SQP.
3) Un macho de verdad solo se coje a mujeres con tetas crecidas y vello púbico, y si llegare a meterse con una pendeja, por ningún motivo podrá mandarla "pa' callado" a un consultorio a tomarse la píldora, sin que sepan los viejos. Un prusiano de verdad, se pone los pantalones y se mama la sacá' de chucha que le dará el padre de la infortunada mocosa.
4) Por último (el más importante), un verdadero hombre, macho empalador y troglodita pichangero jamás, pero JAMÁS, NUNCA, POR NINGÚN MOTIVO, manda a su hembra a tomarse una bomba de hormonas el dia después, solo porque le dió paja comprarse condones el dia antes. Un verdadero Logiano, se pone el casco antes de ir a la guerra o se corta los circuitos para no producir descendencia. Si no lo hace, puede meterse un autogol de media cancha, en cuyo caso la voluntad de los dioses es una sola: APERRE, por huevón.
Esta es la voluntad de los dioses, que el he transcrito para conocimiento de ustedes. Cualquier contravención con estos mandamientos se pagará con una eternidad en el infierno reservado a los weetas. En donde don Ítalo Passalaqcua, Nelson Mauri, Gonzalo Cáceres y Arenito se lo cojeran a Ud. por los siglos de los siglos. Amén.