Quiero señalar primero que todo, que me parece un tema muy interesante el que has propuesto estimada Ángel, lo encuentro entretenido y que sirve para conocer la mirada como también desde donde se posicionan algunos para hacer sus comentarios, respecto de este tema como de otros.
Concuerdo con algunos comentarios y con otros difiero totalmente. Si bien para aquellos que en algún momento hemos pagado por compañía femenina, esta acción que aparentemente resulta simple y aparentemente efectiva para algunos, en mi opinión, no lo es del todo.
Pues si bien uno paga por estar con una mujer, no creo que las motivaciones y los contextos que llevan a una persona en un instante o periodo de su vida a ello, se pueda indicar que ello ha sido fácil. Probablemente para algunos pudo haberlo sido, para mí no. Señalo esto, precisamente porque al momento previo de querer concretar una cita y principalmente después de ella, me planteó las siguientes preguntas: ¿Después de esto qué? ¿Cuál es el sentido de esto? ¿Qué ganó con esto?
Estas preguntas, más algunas reflexiones que he ido elaborando respecto a qué cosas quiero en mi vida, algunas surgidas precisamente al compartir temas como este acá en el foro, han hecho que cada vez visite menos a una mujer que ofrece su compañía, otros a esta mujer la llamaran puta, para mí son mujeres dignas de respeto como cualquier otra persona.
No considero que seducir a alguien, en mi caso puntual a una mujer, implique andar de cacería o ver a la mujer como un trozo de carne que hay que comer, disfrutar y sería. Hay un elemento en las relaciones que se establecen, independientemente de la naturaleza de estas denominado respeto.
Yo me baso en este principio, lo considero como el elemento rector, incluyendo las veces que me relacione con compañía pagada. Lo señalo, pues no considero la lógica simplista del utilitarismo que algunos señalan tacitamente en sus comentarios, donde en el fondo uno las usa de ellas, como ellas nos usan a nosotros, eso es simplemente reducir el plano de las relaciones humanas.
Respondiendo la pregunta inicial, puedo indicar querida Malilla que en ciertos casos hay hombres que pueden ver afectada su capacidad de establecer una relación sea esta amorosa o sexual temporal o no y donde las acciones han sido consensuadas, esta capacidad puede verse disminuida al acudir al pago de compañía.
Algunos señalaran que es más conveniente, barato y directo, otros con argumentos que se relacionan con su seguridad o autoestima y por ende se van a la segura. Otros dirán que no saben qué hacer, que implica dedicarle tiempo a construir una relación o situación, factor no menor considerando que hoy en día todo o casi todo es para ayer. Vivimos, muchas veces, sumidos en la urgencia del hacer, con poco tiempo y la solución la brinda el mercado siendo una de estas soluciones pagar por compañía en lugar de buscarla y trabajar esa compañía.
Otro factor cultural, tiene que ver con la teoría de género, donde los hombres cazan, conquistan, seducen a las mujeres. El hombre rudo, con un cuerpo atlético, tonificado sumado a la imagen de éxito laboral, que es lo que debiéramos ser para las mujeres. Muchos no lo somos, sin embargo, ese es el estereotipo que se nos impone día a día en los medios y que para algunos es motivo para pagar por compañía femenina, para mí no lo ha sido y no lo es.
En fin, creo que este tema tiene muchas aristas, es complejo debido a que no vivimos en un mundo lineal, de causa efecto. Esa mirada positivista sirve para aquellos que viven en función de este sistema que los oprime y muchos simplemente se dejan oprimir y diran en su defensa que este es el mecanismo de escape al estrés, a la opresión o a ambas.
Saludos,
Solitario.