CHONDO
04-06-15, 13:07
El patético estado de mi trapecio y mi deltoides izquierdo, que por suerte era anestesiado por la modorra acumulada de la semana; hicieron que buscara rápidamente en la Guía de Salud de La Logia. Disqué nerviosamente el número de Pour Hommes y me atiende Rous.
Su acento colombiano y pausado hablar, inmediatamente produjo efectos sedantes en mi espalda, y otro más bien ansioso en chondito. Personalmente, no me gustan las colombianas… Pero Rous es caso aparte.
Una vez en la clínica muscular, me encontré con lo siguiente:
1. Lo negativo:
- El conserje pregunta a dónde vas, le dices y se hace el wea. Pero queda más que claro que sabe a lo que vas.
- El terrible jefe coordinador de los masajes está en un Box, a la entrada.
- Para mi gusto, mucha iluminación desde el principio.
2. Lo positivo:
- Se ve muy limpio, buena música, toallita, chalitas, alcohol… Bien.
- Box pequeño pero correcto, ordenado y decoración mínima ad-hoc.
- Se respeta cabalmente lo pactado, en términos de hora, tiempo y precio.
Pero como todo esto se trata de personas, nada de lo anterior es relevante de no ser por Rous, que fue finalmente la encargada de ajustar los pocos músculos que me quedan, y relajarme el nervio. Ella es colombiana, madura, bonita… Con aquella exótica proporción de tronco levemente más largo, disminuyendo la altura de las piernas, pero potenciando cadera y nalgas. Ahora bien, tiene las características físicas propias de las colombianas y también las naturales a su edad (como todo el mundo).
Atiende excelente, mueve cada pieza del tablero en forma milimétrica, cada peón en su lugar y cada alfil marcando los puntos de erotismo… Todo el tiempo preocupada de su cliente, aplausos para ella en la recepción. Luego el masaje… Bien hecho, mezclando suavidad, ritmo y fuerza; buena conversa y muy simpática, besitos en donde tienen que ir y en el momento justo.
Finalmente, el sensitivo fue excelente. Digamos que siempre en los masajes mi compañero se viste de armadura y le cuesta mucho tirar la espada… Y aquí está la mayor virtud de Rous, tuvo toda la paciencia del mundo y aunque no pudo derrotar a chondito, supo dejarme completamente satisfecho. Ufffff, que detalles más reeeeeeeekos… El resto quedará en la efímera memoria de nuestras mortales vidas.
Disculpen si el reporte no cumple con el estilo y utilidad de lo que se acostumbra en Masajes, pero tengo más feeling con el lado cafetero.
Gracias Teki por los datos.
Su acento colombiano y pausado hablar, inmediatamente produjo efectos sedantes en mi espalda, y otro más bien ansioso en chondito. Personalmente, no me gustan las colombianas… Pero Rous es caso aparte.
Una vez en la clínica muscular, me encontré con lo siguiente:
1. Lo negativo:
- El conserje pregunta a dónde vas, le dices y se hace el wea. Pero queda más que claro que sabe a lo que vas.
- El terrible jefe coordinador de los masajes está en un Box, a la entrada.
- Para mi gusto, mucha iluminación desde el principio.
2. Lo positivo:
- Se ve muy limpio, buena música, toallita, chalitas, alcohol… Bien.
- Box pequeño pero correcto, ordenado y decoración mínima ad-hoc.
- Se respeta cabalmente lo pactado, en términos de hora, tiempo y precio.
Pero como todo esto se trata de personas, nada de lo anterior es relevante de no ser por Rous, que fue finalmente la encargada de ajustar los pocos músculos que me quedan, y relajarme el nervio. Ella es colombiana, madura, bonita… Con aquella exótica proporción de tronco levemente más largo, disminuyendo la altura de las piernas, pero potenciando cadera y nalgas. Ahora bien, tiene las características físicas propias de las colombianas y también las naturales a su edad (como todo el mundo).
Atiende excelente, mueve cada pieza del tablero en forma milimétrica, cada peón en su lugar y cada alfil marcando los puntos de erotismo… Todo el tiempo preocupada de su cliente, aplausos para ella en la recepción. Luego el masaje… Bien hecho, mezclando suavidad, ritmo y fuerza; buena conversa y muy simpática, besitos en donde tienen que ir y en el momento justo.
Finalmente, el sensitivo fue excelente. Digamos que siempre en los masajes mi compañero se viste de armadura y le cuesta mucho tirar la espada… Y aquí está la mayor virtud de Rous, tuvo toda la paciencia del mundo y aunque no pudo derrotar a chondito, supo dejarme completamente satisfecho. Ufffff, que detalles más reeeeeeeekos… El resto quedará en la efímera memoria de nuestras mortales vidas.
Disculpen si el reporte no cumple con el estilo y utilidad de lo que se acostumbra en Masajes, pero tengo más feeling con el lado cafetero.
Gracias Teki por los datos.