La migración relacionada con la prostitución es un problema para todo el mundo, pero un caso que es dramático afecta a las prostitutas nigerianas que viven en condiciones infrahumanas. El trabajo de Paolo Patrizi permite conocer la forma en que sobreviven para poder enviar la mayor cantidad de dinero posible a sus familias en África.

Cada año emigran desde Nigeria hasta Italia cientos de mujeres dispuestas a buscar una vida mejor, alejadas de las opresiones de su país. Las que triunfan en el mercado sexual reclutan a otras docenas de jóvenes nigerianas para que sigan sus pasos en Europa. Esto lleva sucediendo 20 años, y se calcula que solo en Italia trabajan entre 10.000 y 20.000 prostitutas nigerianas. Llegan al país transalpino a venderse porque es la única manera de ganar algo de dinero para sus familias en África. Las jóvenes trabajan y viven en las carreteras italianas. Las imágenes son perturbadoras.