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  1. #1
    De vuelta Avatar de Dingo
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    Jul 2013
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    Predeterminado La sobrina del panadero

    Un día rutinario en mi vida de weón casado y con hijos, lleno de problemas económicos y de pareja, me acosté temprano, buscando a mi mujer para tener un grato momento de sexo marital. A veces pensaba en otras mujeres como fantasía, lo reconozco. Aquella noche tenía en mente a la espectacular Scarlett Johannson, vestida como la Viuda Negra y morena, como la prefería. No es que mi mujer sea fea, al contrario, pero a veces hay que buscar la manera de encender la pasión, después de 10 años haciendo el amor con la misma persona. Pero resulta que la Doña estaba cansada y sin ganas de sexo, puta la weá. Estuve a punto de correrme la paja, pero preferí ponerme un buzo y salí a comprar cigarrillos al kiosco de la esquina.

    Al pasar por la panadería diviso a la mina que allí atiende. Era una muchacha exquisita, tipín 21 añitos y proveniente del sur, Talca parece, con la piel mas linda que he visto en mi vida, muy blanca y de cabellos negros, tomados siempre en una cola para trabajar atendiendo más cómoda al publico. De rasgos hermosos y levemente maquillados cuando trabajaba, con ojos grandes y pestañas largas, rica. Si parecía modelo la minita. Sus piernas largas y culo carnoso-durito-redondo me tenían caliente hace rato, y cada vez que podía acudía a su local con la intención de mirarla y tratar de conversar con ella, a pesar de que muchas veces tenía pegada al pololo culiao a su lado, un gorilón enorme y con cara de pocos amigos cuando notaba que miraban mucho a su chica. Y razón le encontraba al feo culiao. Que mierda hacía tamaña muñeca trabajando en una panadería, en vez de laborar de promotora o modeloca. La tímidez de la mujer de campo era mi única explicación. Quizás los celos del tonto weón del pololo. Más de alguna vez me pasé el rollo de que si ella fuera escort, ganaría caleta de plata. De hecho yo pagaría unas 100 luquitas por ese culo y sin chistar. No es que me sobrara la plata, pero juntaría cada peso hasta darme el gusto de ponérselo a aquella hembra que tenía a toda la población caliente, si hasta los viejos le tiraban sus piropos cuando no estaba el ogro al lado.

    Estaba sentada en una banca y fumando, vestida con un sencillo buzo deportivo. Para mi ella era una Diosa, aunque se vistiera de harapos. No se divisaba el auto de su novio-mamut. Sabía que el celópata se quedaba muchas veces a dormir con ella en las habitaciones que su familia tenía en el segundo piso de la panadería, con el consentimiento de los tíos, suertudo reculiao. De seguro el hijo de puta ya le habría dado como caja. Le tenía mala al imbécil, se nota no?, desde la vez en que casi nos atropella con mis niños con su cagá de auto en la esquina de la panadería.

    Me acerqué con la excusa de pedirle fuego para mis cigarrillos.

    -Buenas noches, vecina. Algo tarde para estar sentada afuera con este frío-, le dije.

    -Buenas, vecino. Si, hace algo de frío, pero quería despejarme un poco, olvidarme de los problemas-, me contestó.

    Me senté a su lado y le ofrecí escucharla y aconsejarla, quizás algo le servirían mis 34 años de experiencia. La chica sabía que yo era “inofensivo”, ya que tenía familia y era ubicado. A lo más me habría pillado alguna vez mirándole las piernas o su pedazo de raja cuando usaba aquellos increíbles jeans cortos y apretaditos en el verano. Me confesó su pelea con el novio. Ella quería vivir con el, en el segundo piso, pero había descubierto al estúpido gorila con otra, una weona re fea que le calentaba la sopa a medio mundo. Tan weón, por último hácela piola. No pudo evitar llorar durante el relato, por lo que me atreví y aparte delicadamente las lágrimas de su rostro. La ocasión me invitaba a abrazarla, así que no la desperdicié y pude sentir su cuerpo cálido y tan generoso en curvas, suavidad y juventud.

    -Bueno, calma vecina. Ud. es preciosa, la mas hermosa de todo el barrio. No le faltarán candidatos… Si yo fuera soltero, no dudaría en tratar de conquistarla y casarme con Ud.-, le dije, lo que me nació del alma mientras se me agitaba el corazón.

    -Gracias vecino, por sus palabras. Sabe algo, si Ud. fuera soltero, no me sería indiferente y quizás lo aceptaría-, me respondió coquetamente, mientras nuestras miradas se encontraron, cercanas y con una pequeña chispa de deseo que empezó a crecer en ese instante.

    No me aguanté más y la besé, probando sus labios rosados, exquisitos. No se si fue la noche, su sentimiento de despecho, la sensación de lo prohibido, o lo que sea, pero ella me respondió con el ardor que alguna vez soñé. Unimos nuestras lenguas en un delicioso jugueteo, mientras mis manos avanzaban lentamente por su cintura. Estando en la gloria, no pude evitar que ella sintiera mi erección. Comprobó mi dureza con un masajeo por encima de mi jeans y, aunque Uds. no lo crean, se decidió a invitarme a su habitación. Si señor. Subimos tratando de no hacer ningún ruido por las escaleras, mientras contemplaba su trasero perfecto mas cerca que nunca y a mi alcance. Abajo trabajaban los panaderos, incluyendo a su tío, por lo que había que hacerla piola, claro que cuando llegamos a su pieza se nos olvidó todo y le dimos nomás…

    Nos desvestimos rápido y nos metimos a su cama, ambos no creyendo lo que estábamos a punto de concretar. Ella con pololo, yo casado, pero el deseo de aparearnos como venganza era una weá única y exquisita que nos impulsaba a no retroceder. Comencé a besar su cuerpazo entero, deleitándome con sus senos rosados y sus glúteos grandiosos. Ella era todo lo que un macho podría desear. Bajo hasta su chochito boscoso y le meto la lengua suavecito primero y luego profundo y fuerte hasta que casi se me disloca la mandíbula. Aún recuerdos sus chillidos de gata en celo, gozándolo a concho. Luego ella me devuelve la mano y me aplica una conferencia magistral, bien chupeteada y violenta, desde los coquitos hasta los bordes del glande, que maestría Dios mío. Igual se manejaba la huasita de campo...


    Me pasa un condón y me lo pongo de una, pero feliz me la habría culiado a fierro pelao. Ella se recuesta en el ring y separa sus muslos, invitándome a ponérselo todo ufff aquella era la entrada al paraíso. Así que me acuesto encima de ella y me hundo en su tajito peludo, rico, apretadito. El tiempo se detuvo y nada fue para mi más importante que hacerle el amor a aquella hembra sureña tan deseosa de probar otro hombre. Nos acoplamos en forma perfecta para disfrutar lo máximo que nuestras carnes podían entregar. Su vulva latente envolviendo mi miembro era un placer indescriptible. Y allí estaba yo, un weón sin plata, no precisamente el tipo más bonito del mundo, pero en el lugar preciso y el momento preciso y con un pico endurecido y más que aceptable, dándole a aquella cosita rica, aplicando lo mejor de mis técnicas amatorias. Como se movía la cama weón. No dudé en darle lo más duro que podía a pesar de mi panza cervecera, para sentir aquel roce delicioso de su pussy rosadita abrigando y humedeciendo mi guasca y mis bolas revotando en su entrepierna abierta para este pechito. Ella se agarraba las tetas y cerraba los ojos. Sus gestos de placer en aquel rostro de mina bonita son una webá que creo nunca podré olvidar en mi perra vida.

    Aguanto estoico para no acabar de una. Decido darme un respiro y la pongo en cuatro uff, que paisaje observar sus cachetes, su * dilatado y su ranurita hinchada de tanto bombearla… en eso me avivo y se lo acomodo en la entrada de su ano. Pero la mina me lo corre y me dice que nunca lo ha hecho por ahí… Conchatumadre, aquellas palabras cantaditas me calentaron hasta la médula.

    -Pero vecinita, no vaya a ser cosa que sea el pololo suyo, ESE QUE SE LA ANDA CAGANDO A CADA RATO, sea más encima el afortunado de probar ese culito tan lindo que se gasta… demasiado premio para UN WEÓN QUE SE LA CAGÓ TAN FEO no?- le dije, todo agitado y tratando de remecer los cimientos de la venganza carnal más sublime dentro de su cabecita de mujer despechada.

    Apenas la mijita me dice que bueno, hundo mi cara entera en su poto monumental, para chuparle y escupirle el asterisco juvenil y ultra apretado que se gastaba, mientras con mi garras le separaba los glúteos a mi antojo y le introducía mi dedo medio hasta que se perdiera en aquella gruta a punto de debutar. La mesa estaba servida. Antes de enculármela le digo que tiene que relajarse y disfrutar, aunque le duela un poquito. Úna útima ensalivada de su * y pa entro, la cabeza y suavecito primero, la mitad del tronco y más rápido después. Pensé que se iba a quejar más, pero la muñeca aguanta estoica mis 16 centímetros x 5 de grosor, e incluso lo menea despacito, que tierna, que caliente la mina, que delicia conchamimare. Estaba al borde del empote. Me separo y me caso con ella conchamimare... Aplico suave, pero rítmicamente el perreo que me hace acabar en apenas 7 minutos, dándome el gusto DE LA VIDA con semejante cosita rica ohhhhh

    Luego a descansar un ratito a lo cucharita, cambio de forrito y a volver a darle. Cambiamos un par de posturas más para escuchar la música de sus gemidos y sentir el placer de su cuerpo estremeciéndose ante mis embestidas. Así estuvimos un par de horas hasta saciarnos por completo y despedirnos con un prometedor beso cansado. Pedazo de culión.


    Horas más tarde me fui al trabajo, pensando todo el día en ella y si llamarla a su teléfono o esperar para ir a verla. Apenas pude fui a buscarla, pero su mirada esquiva me indicaba que el sueño había llegado hasta ahí. Me contó que durante la mañana el pololito le había pedido perdón y prometido casarse con ella. Ella le dijo que sí. Estuve mal una semana entera, pero comprendí que era lo más logico que podría ocurrir en su vida, que mas podría ofrecerlo yo.

    En la actualidad el gorila y mi musa heredaron la panadería, tienen un hijo, pero ambos guardamos aquel secreto que nunca le contaremos a nadie, y que solo revivimos cuando por algunos segundos nos miramos, las veces en que voy a comprar pan y nos reímos solitos de cómo nos cagamos al gorilón reculiao.

  2. #2
    Granser
    Guest

    Predeterminado

    lo pasaste mal parece y si asi es las minas al sur de talca son asi won
    blanquitas culonsitas uffffff .

    ya chao Granser.


    sl2.

  3. #3
    Supremo Avatar de Tekila
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    Predeterminado

    Buen relato don Dingo...... uno siempre sueña tener una experiencia de ese tipo con la rica del barrio y a veces las cumplimos

    Salud...os
    Hola! Yo soy el Teki.... Rubias, Morenas, Pelirrojas.... a todas doy mi amor


    "Always on my mind"

    ЂΞ گ¢ΘяÞîΘήگ


    Te quieres publicar??? escribe a tekila@lalogia.cl .... te esperamos

  4. #4
    Hermano
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    Predeterminado

    Y donde está la panadería para darse una vueltecita, por si la sureñita tuviera algún motivo para desquitarse otra vez!

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