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Ver la versión completa : Tremendo articulo, los abusos en Chile.



A L B I V E R D E
04-07-11, 00:11
Abuso sexual:

El Secreto y la Vergüenza

Por José Andrés Murillo U.

jose@paralaconfianza.com

El abuso sexual es un delito radicalmente distinto de todos los demás. Lo que es violentado ahí no es una pertenencia, ni dinero, ni libertad general. Ni siquiera es el cuerpo lo que es violentado, como en una agresión común. El abuso sexual es una intromisión al centro mismo de la corporalidad y de la existencia. Antes de ser seres racionales, como pensaban la ciencia y la psicología clásicas, somos seres afectivos: sentimos el mundo antes que pensarlo. Este ha sido un descubrimiento bastante revolucionario del siglo XX y aún no terminamos de comprender todas sus consecuencias. Occidente estaba acostumbrado a pensar que el cuerpo es una simple herramienta del ser humano, una maquinaria, una cosa entre las cosas que hay que dominar. El ser humano tenía que ser pura mente, espíritu o alma.

Pero llegaron los fenomenólogos y se dieron cuenta de que el hombre es encarnado y, encarnado es como se orienta. Han influido desde la filosofía, las ciencias, la psiquiatría, hasta el derecho o la economía. El mundo nos afecta y es el afecto el que nos guía entre los miles y miles de estímulos con que nos encontramos cotidianamente. No es la razón ni el cálculo, ni el instinto de supervivencia lo que nos orienta, sino el afecto. Es así como escogemos amigos, pareja, profesión, trabajo, vocación, proyectos, argumentos; es el afecto lo que nos hace luchar por lo que queremos, hasta el sacrificio, contra los cálculos, razones, e incluso contra el instinto de supervivencia.

El centro de nuestra existencia es afectivo y sexuado. No somos sexuados porque amamos, sino que amamos porque somos sexuados en el sentido más amplio: sentimos a los demás y podemos comprometernos con ellos, y en este amar y comprometernos, nos orientamos en el mundo y en la existencia. Lo erótico es sólo una manifestación de la sexualidad: la sexualidad es mucho más amplia. Somos seres enteramente sexuados; nuestra identidad es sexuada. Es por eso que la sexualidad está tan protegida: física y emocionalmente está puesta en un lugar secreto, íntimo, propio. El centro de la sexualidad es el propio lugar sacro, esencia escondida en uno mismo. Es el centro de la orientación y por eso es frágil: es la manifestación de la vulnerabilidad. Nos orienta secretamente hacia lo que nos gusta, lo que amamos y nos afecta. Por eso se protege tanto la sexualidad, hasta en sus formas más absurdas de tabú y vergüenza. (Hay personas que llaman a los genitales las “vergüenzas”). Ahora bien, este centro se comparte delicada y cuidadosamente en momentos de suma confianza, respeto y libertad. Sólo así, en ese respeto, delicadeza y entrega, la sexualidad compartida es fecunda y hace crecer y profundizar nuestra humanidad. Si no, este centro de la propia identidad se mantiene escondido y protegido dentro de fuertes límites.

El abuso sexual es la ruptura de esos límites. Alguien, por la fuerza o, quizá más violentamente aún, por el engaño, traspasa esos límites y entra en la esfera de lo más íntimo y frágil de la propia identidad. Ese traspaso constituye una fractura muy profunda. Llega a lo más hondo de la propia identidad: a la capacidad de discernir la realidad y orientarse en el mundo. Cuando el abuso se da en edad temprana o cuando el abusador tiene algún tipo de poder sobre el que abusa (familiar, laboral, religioso, militar), la fractura puede ser aún mayor. La víctima confiaba en el abusador y el abusador aprovechó esa confianza, la utilizó para sentir placer, transformó a su víctima en un objeto de su placer y, dañó a su víctima para siempre. La cantidad de casos de suicidios por historias de abuso, depresiones, imposibilidades de confiar, de discernir la realidad, de orientarse, es infinita. Ahora bien, si le agregamos el ingrediente de lo religioso, el cuadro es perfectamente perverso. Un hombre o una mujer que se consagra para ser signo de Dios para los hombres (cura o monja), tiene un acceso privilegiado a la identidad más profunda y secreta de las personas: al anhelo profundo de acercarse a lo divino, anhelo que nos vuelve a todos niños frágiles. Si este hombre o mujer aprovecha su condición para transgredir límites, abusando de aquel que ha confiado en él o ella, entonces el daño es aún mayor. El abuso sexual por parte de aquel en quien se confía como un representante de Dios fractura la capacidad más básica de confiar, y sin confianza no se puede vivir, no podríamos levantarnos en las mañanas en la absoluta desconfianza, dice Niklas Luhmann, un sociólogo contemporáneo que se ha dedicado a estudiar el problema de la confianza. Pero hay algo aún peor que el abuso mismo: el encubrimiento de estos delitos. No puedo imaginar un crimen más vil (ni siquiera el robo, tráfico de drogas, asesinato, aborto) que encubrir abusos sexuales a menores por parte de hombres o mujeres que se pretenden “de Dios”. El abuso provoca un trauma, el encubrimiento lo perpetúa. No hay justificación que valga. En este contexto, la condena a Karadima por parte del Vaticano y la reapertura del caso en la justicia chilena, marcan un cambio de época importante. Aquello que debió durante mucho tiempo sufrirse en silencio, ahogando la propia dignidad en secreto, ahora se investiga y se condena.

Es probable que dentro de poco tiempo cambie la ley sobre abuso sexual en Chile, se elimine la prescripción para estos casos, como ya se ha sugerido, se introduzcan elementos agravantes de manipulación, de ascendencia religiosa, laboral, etc. Aunque por ahora lucharemos con las armas con las que contamos para ir reconstruyendo a pulso la confianza. Pero no puedo dejar de pensar en todas las voces que han sido silenciadas por la vergüenza, el encubrimiento, el desdén, la indiferencia, la ideología, el partidismo religioso, las pretensiones de familia de bien, la evasión del conflicto. El silencio que pareciera proteger a la víctima, en realidad la hunde y la destruye amargamente, protegiendo sólo al abusador, para triunfar en su abuso y cometer nuevos atropellos. Espero que esta nueva etapa genere fuerzas nuevas para reconstruir confianzas desde las cenizas, no para fortalecer instituciones, sino vínculos, identidades, sueños y una sociedad más dispuesta a cuidarse y cuidar, sobre todo, a sus más pequeños y frágiles.



VAMOS QUE SE PUEDE !!!

FOREVER DRAGON
04-22-11, 11:33
Dentro de todo lo dicho en este artículo, que no es mas...que un ordenamiento y compilación inteligente de lo que todos, o una gran mayoría pensamos...
...me gustaría hacer incapié en la parcimonía del sistema judicial y legislativo, esa desidia intrínseca de los personajes insertos en este ámbito; cuya prioridad, o por lo menos lo que yo personalmnte percibo, es disfrutar del estatus de sólo pertenecer al mismo, bloqueando toda posibilidad cierta y de sentido común, que cumplan como paladines de lo que representan, a carta cabal con los mismos postulados por los cuales fueron elegidos, o por obra y gracia del nepotismo están en esas esferas...siento que la mayoría de los personajes a los que cuestiono, y dicho folkloricamente, se "achanchan"; sintiendo que lo racionalmente se expone en el artículo, es un razonamiento de una persona de buena voluntad...y que quedará, como tantos otros artículos en el baúl del olvido...
Mientras no se mejore lo que realmente debe mejorarse, las Palabras JUSTICIA Y LEY, seguirán siendo sustantivos...

A L B I V E R D E
04-22-11, 12:48
Veo en la noticias a diario, lamentablemente, abusos de gente común y corriente y por ello, pasar a la càrcel, como debe ser.
Pero, los curas, y abusadores de ciertas iglesias, no tienen el mismo trato ?, me pregunto, cuàl es la diferencia ?
¿ Porquè no pueden esperar en un calabozo, el desarrollo de su propio juicio, el Karadima y los que lo secundaban y que poco a poco estàn pidiendo perdòn ?

Eso me pregunto yo...

Saludos,

Albi

FOREVER DRAGON
04-22-11, 14:12
Por eso mi estimado Logiano, está en nosotros...el nepotismo, el sectarismo, el racismo, el clasismo...etc, son parte de nuestra sociedad... eso de blindar al conocido, de proteger a algún miembro de cualquier cúpula de poder...eso hay que desterrar, con eso hay que predicar...y te lo expongo de manera bien clara con un sólo ejemplo:
"Una persona que maneja borracha, atropella y mata a alguién...en muchas otras partes se trata como homicidio... aquí sale en un par de días...
Al igual que la persona que tiene en su poder Perros de ataque...